Enrique Fierro
(Uruguay, 1942)

 

COMO FRAY LUIS

Equivocarse de palabra escrita
en medio de doce tomos abecedarios
y de colérica y amable tarde
de grave miércoles.

Buscar la bocanada silenciosa
del aire martes en que respiran las vocales.

Hallar antiguas catorce esdrújulas
que no importan a nadie.

Dar tiempo al tiempo.

 

ABUNDAN LAS ILUSIONES

Chorrean luz las copas de los árboles
donde abundan las ilusiones
en penumbra y los instantes de aparente reposo
que convierten las imágenes virtuales en reales
y son capaces de crear corrientes de aire opaco
cuyas leyes sólo reconocen ciertos ojos
hábiles muy siglo veinte
y en viaje sucesión de colores.
Van hacia la vida
las cuatro escrituras sangrantes de otoño
decisivo y silencioso y al borde de la quimera,
porque la luz no es vana y se conquista
de mayor a menor o de menor a mayor siempre
como el amor primero:
a ciegas.

 

PARA UN VIERNES DE TARDE

Sanjuanes y Mateos
que nadie recordaba
la tarde como viernes
previos a la poesía

y después el poeta
que ya es el enemigo
de la poesía el ciego
de vieja habladuría

(qué importa Baudelaire
sagrado si no supo
de la educada farsa
y de tu ingeniería)

Vallejo dijo y dice
en cambio todavía

 

POEMA

De las palabras señaladas
para dar cuenta de la tarde
que pasará sin dejar rastro:
una
que es la escandalosa
última música del día
abre la puerta de un teclado
que no conviene a la nostalgia:

todos estamos en desnuda
¿nada más
podríamos oír?
Un grito
dice verdades a los altos
escriturales maleficios
en los que el signo se disuelve.

 

DE LA PALABRA HUÉSPED

Por otro lado
el último rostro
de un Señor del Cielo
que cabalga
caballo de terracota
antes de que caigamos
en la trampa
de la expulsión del Mal
urdida en la tarde
en que el cerdo
del tamaño de un gato
del tamaño de un perro
del tamaño de un cerdo
rejuvenece
para la reconciliación
en la gracia
de la palabra huésped

 

UNA LIEBRE NOS OYE

la muerte de febrero
y las puertas de marzo
que suman vientos
alisios y cloris
recogen tempestades
y siguen geórgica
deferente lección
en parva donde
entonan una silva
que nos dice un arroyo
hasta el fin de la tarde
que es un campo de lino
donde trema la luz
y una liebre nos oye

 

JOSÉ LUIS CUEVAS EN MONTEVIDEO

Félido
y fuera floreos
engaños adornos ardides
astucias

En Monte
Sexto verano desciende
tallo
trazo de Cuevas que traza
nuestros comunes
lugares de todos

Pez
de plata en el Plata
corroe
como el Conde
en sus cantos

Aullemos y Noche

(A 4 de marzo de 1995)

 

DESDE AUSTIN Y PARA ÁLVARO

Rodeados de luciérnagas
-a un lado las empresas,
al otro los emblemas-
subimos por el río
de pájaros pintados.

Oímos que la tarde
se va de luz de luna.

Por qué no detenernos.

Por qué no detenernos
y esperar que el Gaviero
nos diga y nos declare
cómo poner las manos.

Cómo poner las manos
rogativas y amén
en medio de la noche
del mar y su escritura:

veremos que se esconden
en la casa asombrada
las sílabas del nombre
que está detrás del orden
del árbol de las sílabas.

(A 2 de octubre de 1996)

a bienes abadengos de rinoceronte
a rinoceronte de babel
a babel de babieca
a babieca de san vito
a san vito de bóreas
a bóreas de cálido
a cálido de cardumen
a cardumen de celidonia
a celidonia de golondrina
a golondrina de fuego de la ira
a fuego de la ira de dos ladrones
a dos ladrones de cándido y sencillo
a cándido y sencillo de quererte tanto
de quererte tanto a bienes abadengos
de bienes abadengos a rinoceronte
de rinoceronte a babel
de babel a babieca
de babieca a san vito
de san vito a bóreas
de bóreas a cálido
de cálido a cardumen
de cardumen a celidonia
de celidonia a golondrina
de golondrina a fuego de la ira
de fuego de la ira a dos ladrones
de dos ladrones a cándido y sencillo
de cándido y sencillo a quererte tanto

 

(Inédito).


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