Mercedes Roffe
(Argentina, 1954)

 

Hace no sé cuántos sueños se inició este viaje
ribera del sol ribera de la muerte
Como un velo se hunde hacia atrás en la memoria
aprendiz de destierro
oh espejo, luna de mal agüero
Desde qué monte preguntaré a las aguas el camino
ribera del sol ribera de la muerte
El tiempo se ha detenido
y sin embargo
hay verbos que acontecen
ayer un chopo tal vez mañana un sauce
Cruzo la tarde como la espesura blanca de la leche
Desde las costas me alargan sus brazos un ciego
un monje
una muñeca

 

YO HABIA PROFETIZADO LA PÉRDIDA DEL REINO

 

Yo había visto desfilar las barcas de la locura
Yo había visto el gesto excelso de los sacerdotes del ocio

 

Entrañas de los buitres, vosotras
me habíais develado la destrucción del templo

 

Mas
quién oyó

 

No hubo en Toledo ni en Alejandría lugar
la negra lengua del vate

 

Yo había profetizado la muerte de los dioses

 

Mas
quién oyó

 

***

 

Lágrimas de sangre
risas sin dientes
por un río de fuego va la nave

 

Fueron saqueados los altares
y las hojas confundidas por los vientos
y los perros sibilinos tentados por el animal profano
y por el alimento
y el tálamo
y el SILENCIO...

 

Alguien arrojó al Verbo de lo alto de la torre
La torre está ardiendo

 

Alguien desenterró los cadáveres de mi voz
los cuerpos
los nombres
la tierra está ardiendo

 

Alguien arrojó la luz el canto
el océano está ardiendo

 

Padre
Padre

 

Un niño demente ha salido de mi cuerpo
y me ha dado
una cítara por destino
y por cetro
los añicos de un espejo en el húmedo
lomo de la serpiente

 

(oh luna de mal agüero)

 

***
Entonces, yo era yo como un pájaro
entonces yo era yo como un rostro
como una voz como la tormenta
y lo árboles daban frutos como vientres
o ardían secos como la piel de los muertos.
Entonces yo era yo como una vara y la luz
y la tierra era sierras erectas o despeñaderos
el Valle o la Vía Láctea
y yo era yo el horizonte.

 

Entonces
quién me robó la sombra quién
me arrebató la tierra mi tierra, el sociego prometido
mi rostro en el lago reflejado
entonces quién devino yo y yo no podía
porque yo era una estrella quebrándose
entonces devine el abandono el exilio
Entonces devine muerte, la Muerte
devine
todas las que somos
y devasté y devastamos
y devasté y devastamos en busca de la Máscara
del nombre
y devasté y devastamos en busca de la Piedra
y sólo hubo un silencio como un llanto de crío
como un rayo
como una red arreándose
y un vacío como único espacio
como reino

 

Entonces devine acróbata y ciega
y devasté y devastamos
y lo primero
no fue la luz ni el bostezo
sino
una corona de estiércol para el peregrino

 

                                                                                                                                                (DeCanto errante, 2002).

 

Hacía dos años
Eso en caso de que
¿Dos años de qué?
Frío hacía
Dos años atrás hacía un título para un poema sin nombre
y las sábanas abiertas entre sudarios de Rilke
Todo el ámbar
Yo
Todo el ámbar que de lejos vino en naves
Como yo
El ámbar como los ojos de las sirenas
No es una sirena
Pero
Todo el ámbar había venido en naves para el festín
Oh noche amable más que el alborada
Noche transfigurada
La espera
¡Qué parisién!
La boina con visera y la bufanda
Un rufián melancólico, pequeñito, tembloroso
Una traición a manos de la tan esperada
Amado con Amada
Amada en el Amado transformada
¡Qué parisién! Se me vuela
Su cara se dibuja en las paredes de un baño de oficinas como un graffitti político—
obsceno—X ama a—Mueran los traidores uni-ta-Bárbaros—y los muertos—
X ama—781-1452—Prohibido escupir en el suelo—Prohibido gritar—Prohibido
decir—Prohibido un nombre con otro—El que bate es un—El que no
Su cara en la pared
en la puerta de un baño de oficinas
de bar
de escuela

 

La Escuelita, sí
La parra
Me fue fácil entonces
No hacía falta
No hacía falta decir te odio
Podía no decir
Podía no mirar, no oír, no saber
que el color de los ojos de todas las sirenas
es del color del ámbar
Podía
no haber venido en esa nave y entonces
quizá jamás nunca tal vez habría
Noche transfigurada X Noche en los Jardines de España

 

Hoy, como hoy
como esa noche
una noche
una noche toda llena de murmullos
toda ella
toda ella
danza para el pulgar del pie derecho
danza temblorosa para el rufián pequeñito
Frío hacía
tiritando por dentro de una camisa bordada
Camisa llevan los novios en las bodas
Camisas bordadas
Camisa bajo la chaquetilla del torero
Camisa el oficiante
el cirujano
camisa
Camisas llevan los rufianes a su entierro
y boinas con visera
Parisién
Hacía frío en las sábanas abiertas de
Yo-la Amada en el Amado
Alborada
La Noche transfigurada en el olvido
Nunca más
El olvido
Aquí no ha pasado nada
Era para vos
Para vos era
Qué perro lamerá lo que te dejas
Agape
No es posible sin dioses una fiesta
Temblaba
Pobrecito el vividor de diarios
Se volaba
Eran músicas de alas
Era el ámbar

 

***
Sí, el tiempo

Dos años
No puede haber rito sin tiempo
Tiempo de reír y tiempo de llorar
Tiempo de blasfemar y tiempo
de leer a los profetas
No habría rito si no
Como hoy
Hoy hace
Hoy haría
Dicen
las madres
las novias de los muertos
Antes
Ahora
Qué será ahora de ti
mi enredadera
De quién serás dicha ser

 

Tiempo de descubrirse y tiempo de perderse
Tiempo de pájaros y tiempo
de encrucijadas

 

No habría rito si no
Una estación viene y se va
mi sol cándido de día frío
Cara de sol
cara de campo y leche
Kalé hemerá por tus ojos
Kalé hemerá
por el susurro del río

 

Quién cultivará esos corales
Quién recogerá esos corales
del lecho de las aguas

 

Las tabillas, ¿te acuerdas?
«Hubo otro primer día»
Hubo
la sangre de otra mujer
luego la mía
Quién los recogerá
Quién los recordará
Quién
concertará el Aleluya

 

(DeCámara baja, 1987).

 

CANTATA PROFANA
(J. S. Bach)

 

                          a Patricia Guzmán

Hay un aljibe que canta
Hay un aljibe que recibe
cantando a sus visitas
Ondas
de agua clara
Ondas
como felices de ser
y de ofrendar


Hay un aljibe que canta
con voces como de lluvia fresca


Hay un aljibe alrededor
del cual
los ángeles hacen ronda
y se celebran


Hay un aljibe como una morada
como una
cámara
nupcial


Hay un aljibe al que se acercan
los justos a beber
y al que en las noches oscuras
se acercan
los tristes a hurtadillas
(por eso esperan)


Ondas como ungüento derramado
Trinos
ángeles - pájaros


De filigrana de luna la herrería


¿Qué manos se entreveran?
¿qué dedos
como blancos narcisos
juegan a confundirse?


(Alguien
finge que se oculta)

Ondas del mar de la tierra amada
tierra dejada y deseada
Estrella

Orión

Cruz
de plata señalada


Sur guardado
en el mullido cofre del alma


Hay un sur
Hay un mar
Hay un aljibe que canta

 

(De La ópera fantasma, 2005).

 

 

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